Fecha: 02 de septiembre de 2025
Javier Artiaga, asociado sénior del área de Derecho Laboral de Dikei Abogados, analiza en un artículo para El País los conflictos laborales que pueden surgir a raíz de las cirugías estéticas.
Intervenciones como injertos capilares, aumentos de pecho o rinoplastias se han popularizado, y el verano suele ser el momento elegido para someterse a ellas, al coincidir con las vacaciones y facilitar la recuperación. No obstante, estas cirugías, que requieren días —e incluso semanas— de reposo, generan con frecuencia tensiones en el ámbito laboral.
Las complicaciones en la reincorporación al trabajo abren la puerta a conflictos jurídicos y a numerosas dudas habituales: ¿puede la empresa obligar a consumir vacaciones?, ¿es necesario justificar el motivo de la ausencia?, ¿existe derecho a una baja retribuida?, ¿qué ocurre si el periodo de recuperación se prolonga?
Como recuerda Javier,no existe derecho a baja laboral por una operación puramente estética. El Tribunal Supremo ya lo dejó claro en varias sentencias. No obstante, sí existen excepciones: cuando la cirugía está ligada a enfermedades, accidentes o malformaciones congénitas. En estos casos, el trabajador sí tiene derecho a la baja retribuida, incluso si la intervención se realiza en la sanidad privada.
Se trata de un tema en el que Derecho Laboral y salud se entrelazan y que sigue generando numerosas dudas en el ámbito profesional.
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Autor: Javier Artiaga
Asociado sénior en Dikei Abogados.
Área de Derecho Laboral y Seguridad Social.