La crisis de refugiados provenientes de Siria en 2015, puso de relieve la necesidad de una política común europea en materia de asilo efectiva y solidaria. Durante esta última crisis la postura de los estados miembros fue muy diferente. Mientras algunos Estados como Alemania reaccionaron con una ética ejemplar, respetando el derecho internacional vigente, tanto internacional como europeo y fue un ejemplo moral para el resto de países de la Unión Europea. Los países del Este, Hungría Polonia y República Checa, infringieron de manera repetida y sin ningún tipo de complejos tanto la legislación europea como la legislación internacional dificultando o impidiendo el acceso de los refugiados dentro de sus fronteras.
La Unión Europea ha trabajado desde la última crisis en una nueva propuesta de pacto en política común de asilo, que presentaba el 23 de agosto de 2020 Ursula Von der Layen. Un pacto que en cualquier caso todavía no se ha adoptado y que ha sido criticado por haber cedido demasiado a las exigencias de los países del Este.
El 15 de agosto de 2021 un nuevo desastre humanitario ocurría en Afganistán con la toma de la capital por parte de los talibanes. Un país devastado a lo largo de las últimas décadas por conflictos internos, luchas de poder internacional y terrorismo internacional. Hay generaciones de afganos que han crecido rodeados de conflictos, violencia y con la presencia permanente de fuerzas de ocupación internacionales.
La retirada de las fuerzas internacionales de Afganistán ha dejado a los civiles en una situación de indefensión absoluta. A pesar de que la mayoría de los civiles están atrapados sin salida y destinados a sufrir todo tipo de violaciones de derechos humanos, una solución a esta situación no parece de momento algo factible para la comunidad internacional.
Cada vez son más las noticias internacionales que reflejan la continua violación de los derechos humanos en Afganistán. Las mujeres por el hecho de ser mujeres han perdido todos los derechos que de alguna manera habían recuperado en los últimos años, han desaparecido casi por completo de la vida pública y profesional, medios de comunicación, parlamento, judicatura y, desgraciadamente, son pocos los medios internacionales que informan libremente sobre su situación, evidentemente por el riesgo que ello supone para la integridad física de los informadores.
La Unión Europea debería considerar como una obligación irrenunciable, no solo por su parte de responsabilidad en el desarrollo de Afganistán como sociedad, sino en cumplimiento del derecho internacional vigente, reconocer el derecho de asilo a los ciudadanos afganos que cumplan los requisitos conforme a la legislación internacional y europea vigente.
El derecho a solicitar asilo no debe verse limitado o paralizado y las autoridades competentes deben resolver los expedientes.
El derecho a refugio es un derecho reconocido en el derecho internacional y europeo, gestado durante décadas por voluntad de los países para ser aplicado en momentos de crisis como la actual. Es en los momentos de crisis cuando resulta más importante el respeto al imperio de la ley.
La voluntad política de los países Occidentales de entablar relaciones diplomáticas con los talibanes, para encontrar algún tipo de solución política a una situación “poco solucionable”, no debe influir en el imperio del derecho internacional y en el cumplimiento de la convención de Ginebra de 1951.
A falta de una política común europea en vigor, y a falta de un consenso europeo sobre la situación de los refugiados y a pesar de que muchos son los países dentro de la Unión Europea que han adoptado posturas escépticas en cuanto a la acogida de refugiados afganos, debemos esperar que los tribunales de justicia, poder independiente del poder político, reconozca a los solicitantes de asilo afganos que legalmente cumplan los requisitos, su condición de refugiados, sin dejarse influir por las políticas de intereses de los distintos países y en cumplimiento del derecho europeo e internacional.
Esperemos también que los afganos tengan la posibilidad no solo de ser reconocidos como refugiados sino de ejercer su derecho a Asilo y que no vean las fronteras internacionales cerradas en base a acuerdos políticos que en muchas ocasiones vulneran el derecho internacional.
Colaboradora en DIKEI Abogados
Para saber más sobre este y otros temas, así como acceder a otros de nuestros artículos, entre en nuestro blog.
Y si necesita cualquier información adicional o asesoramiento sobre esta u otra materia, no dude en contactarnos a través del correo abogados@dikei.com o del número de teléfono +34 91 308 60 60