¿Por qué decidiste especializarte en derecho de familia?
Cuando empecé a trabajar, me interesaba mucho todo lo relacionado con la defensa de los derechos humanos, enfocándome principalmente en los derechos de las mujeres y los niños. Esto hizo que comenzara a intervenir en asuntos de familia, una materia que me “enganchó” y que me parece una especialidad del Derecho muy interesante, tanto a nivel profesional como personal.
En un mundo en constante cambio, ¿cómo ha evolucionado el papel del abogado de derecho de familia en los últimos años?
Creo que la principal evolución del abogado de familia está relacionada con la especialización. Antes, el abogado que te llevaba el divorcio era el mismo que hacía tu declaración de la renta o redactaba tu contrato de alquiler. Sin embargo, ahora el abogado de familia es un profesional que no solo debe tener un conocimiento específico en la materia, sino también una sensibilidad especial, ya que los asuntos que trata así lo exigen.
¿Cuál es tu opinión sobre la mediación y otras formas alternativas de resolución de conflictos en asuntos de derecho de familia?
Estoy a favor de cualquier mecanismo que ayude a alcanzar acuerdos en materia de familia. Es evidente que la judicialización de estos conflictos aporta soluciones cada vez menos satisfactorias para las personas, tanto por su lentitud como por la falta de recursos para atender adecuadamente cada una de las situaciones.
En el Día Internacional de las Familias, ¿cuál es tu mensaje para todas las familias, independientemente de su forma o tamaño?
Que tomen conciencia de lo que son y de que constituyen un pilar fundamental de la sociedad actual.
¿Cuáles son los mayores desafíos que enfrentan las familias hoy en día desde una perspectiva legal?
Creo que el mayor reto es la conciliación real entre la vida laboral y la vida familiar. Pese a todos los avances conseguidos, sigue siendo difícil para los progenitores que cuidan de sus hijos y para los hijos que cuidan de sus progenitores lograr una verdadera conciliación entre ambas obligaciones, lo cual se agrava todavía más en el caso de las mujeres.
¿Qué le aconsejarías a alguien que está buscando asesoramiento legal por un conflicto familiar?
Que acuda a un abogado especializado en esta materia y procure mantener la calma y aplicar el sentido común al actuar. Parece un consejo muy básico, pero es fundamental tenerlo en cuenta, ya que en las situaciones de conflicto familiar es muy fácil sentirse perdido y asustado.