Nuestra compañera Nayra C. Lozano aborda en Economist & Jurist la disyuntiva legal a la que se enfrentan los abogados entre recurrir la sentencia condenatoria en el procedimiento donde ejercen la dirección letrada, o bien, no hacerlo y facilitar que su cliente obtenga beneficios penitenciarios.
Así, los beneficios penitenciarios quedan configurados en la legislación vigentes como instrumentos eficaces para conseguir una evolución positiva del penado.
En el supuesto comentado por Nayra, elegir entre una opción u otra tenía su consecuencia en la permanencia del cliente en prisión: si optaban por recurrir, podría salir en abril de 2025, mientras que, si no lo hacían y posibilitaban así la firmeza de la sentencia, podría ser clasificado como penado en marzo de 2024.
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