Hoy, 10 de diciembre, celebramos que, en este mismo día del año 1948, la Asamblea General de las Naciones Unidas reunida en París, en su Resolución 217 A (III), proclamara la Declaración Universal de los Derechos Humanos como un ideal común para todos los pueblos y naciones. No es la primera declaración pronunciada sobre los derechos de los ciudadanos, pues hay varios precedentes: en 1215 La Carta Magna, en 1628, La Petición de Derechos, en 1776. La Declaración de Independencia de los Estados Unidos, o en 1789 La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, es un documento que marca un hito en la historia de los derechos humanos, al establecer, por primera vez, los derechos humanos fundamentales que deben protegerse en el mundo entero, independientemente de la raza, color, religión, sexo, idioma, origen, posición económica, opinión política o cualquier otra condición humana.
Esta Declaración fue el referente para que se adoptaran posteriormente Pactos y Convenciones para la protección de los derechos humanos y las libertades públicas que no se quedaban en una mera “Declaración” sino que obligaban a los países firmantes a su cumplimiento, como el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, aprobados ambos en Nueva York, el 16 de diciembre de 1966, y ratificados por España el 27 de abril de 1977 o de ámbito territorial más limitado como el Convenio Europeo de Derechos Humanos firmado en Roma el 4 de noviembre de 1950, y ratificado por España el 4 de octubre de 1979. Pero la influencia de los 30 artículos que integran la Declaración no se limitó a ser inspiración de los Instrumentos internacionales referidos, sino que ha servido de base para el catálogo de derechos fundamentales que han recogido la mayoría de las Constituciones promulgadas con posterioridad a la Declaración.
Una parte importante de las vulneraciones de los Derechos Humanos implican violaciones de normas vigentes por parte de las administraciones y poderes públicos frente a las que se puede reaccionar activando los mecanismos adecuados de denuncia e impugnación, en vía administrativa o judicial, en la que DIKEI ABOGADOS está especializada. Hoy en día, también invocamos la defensa de los Derechos Humanos frente a vulneraciones que eran inimaginables cuando se promulgó la Declaración, como pueden ser las injerencias arbitrarias en la vida privada a través de las redes sociales y los ataques a la honra o a la reputación.
Lo que está claro es que la visión que tuvieron los hombres y mujeres que redactaron la Declaración fue sobresaliente y por ello, es bueno celebrarla.
Feliz día de los Derechos Humanos.
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Nayra C. Lozano
Abogado Senior en DIKEI Abogados
Dpto. Dº Penal