Fecha: 01 de octubre de 2025
Cada vez más centros ofertan estudios con aval universitario, pero en muchos casos se trata de títulos propios sin validez oficial, que no sirven para opositar ni para acceder al doctorado.
José María Monedero, socio del área de Derecho Público y Regulatorio en Dikei Abogados, lo explica en El País: estos títulos pueden ser legítimos a nivel curricular, pero no son oficiales. El problema surge cuando la publicidad oculta o minimiza la palabra “propio” y se apoya en el prestigio de la universidad para dar la apariencia de un título oficial, lo que puede llevar a los alumnos a pagar precios elevados por un producto que no cumple con lo esperado.
En estos casos, los estudiantes pueden tener derecho a reclamar la devolución de lo abonado, posibles indemnizaciones e incluso denunciar la publicidad engañosa ante las oficinas de consumo.
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Autor: José María Monedero Frías
Socio en Dikei Abogados.
Área de Derecho Público y Regulatorio.